Hoy 25 de Mayo hago un homenaje a Robert Capa uno de mis fotografos favoritos publicando su historia
Robert Capa (Endre Ernö Friedmann), nació en la ciudad de
Budapest, en el seno de una familia judía con buen pasar económico. Su madre
era una diseñadora de moda y su padre un pensador intelectual con influencias
aristocráticas. En Hungría, en aquellos tiempos, era costumbre pertenecer a un
círculo, ya fuera artístico o político, y Endré, que no fue una excepción,
entró a dichos círculos, donde era tradición poner sobrenombres. Así fue como
recibió el apodo de "Bandi".
[editar] Primeros años
Condenado en su adolescencia a vivir vagando por la ciudad
por la instauración del taller de sus padres en la casa, después de que éstos
perdieran el local a raíz de la depresión económica de 1929. En estas andanzas
conocería a una de las mujeres que más influyó en su vida, y se puede decir
que, si no hubiera sido por ella no habría llegado a ser un gran fotógrafo. El
nombre de esa mujer era Eva Besnyo, quien desde muy joven tuvo un gran interés
por la fotografía. Eva era una de esas personas a las que le parecía más
productivo tomar fotografías que hacer sus deberes escolares. En su juventud ya
tomaba fotografías con su cámara Kodak Brownie. Ella y su especial gusto por
este arte motivaron el primer contacto de Endré con la fotografía. Era muy
solicitado por sus amigos, ya que se caracterizaba por ser un joven generoso y
leal.
Ya hacia sus florecientes diecisiete años y esperando
terminar su vida escolar, Endré conoce a una de esas personas que moldearían su
vida, uno de esos buenos amigos que emprendían sus senderos, con excelentes consejos,
apoyo económico oportuno, conexiones apropiadas, sugerencias artísticas y
concepciones acerca de la vida. Este ilustre personaje se llamaba Lajos Kassák,
quien, con tendencias socialistas, se decidió a ayudar a cualquier artista con
corrientes constructivistas. Dio a conocer la fotografía como un objeto social
mostrando las injusticias del sistema capitalista y presentando trabajos en sus
seminarios como los de Jacob Riis y Lewis Hine. En 1929 la situación política
iba de mal en peor con la imposición de un gobierno fascista en Hungría, lo que
obligó al joven Endré a salir del país junto a la gran masa de jóvenes que se
sentían presionados por la falta de un gobierno democrático y garantías
económicas.
A los 18 años abandona Hungría, entonces ya bajo un gobierno
fascista. Tras su paso por Alemania, viaja a París, donde conoce al fotógrafo
David Seymour quien le consigue un trabajo como reportero gráfico en la revista
Regards para cubrir las movilizaciones del Frente Popular.
Entre 1932 y 1936, tratando de escapar del nazismo, Endre
Friedmann, establecido en Francia, conoce a la fotógrafa alemana Gerda Taro
(nacida Gerda Pohorylle) que acabaría siendo su compañera. Para tratar de
aumentar la cotización de los trabajos de la pareja a menudo rechazados, se
inventan el nombre de un supuesto fotógrafo norteamericano Robert Capa,
utilizado ambos indistintamente dicho seudónimo. Este hecho constituye la base
de la polémica sobre quién de los dos tomó en realidad algunas de sus fotografías
más relevantes.
Al estallar la Guerra Civil Española en julio de 1936, Capa
se traslada a España con su novia para cubrir los principales acontecimientos
de la contienda española. Implicado en la lucha antifascista y con la causa de
la República, estuvo presente, desde ese lado, en los principales frentes de
combate, desde los inicios en el frente de Madrid hasta la retirada final en
Cataluña.
Siempre en primera línea, es mundialmente famosa su
fotografía Muerte de un Miliciano,[1] tomada en Cerro Muriano, en el frente de
Córdoba, el 5 de septiembre de 1936. Reproducida en la mayoría de los libros
sobre la Guerra Civil, su autenticidad ha sido puesta en cuestión por diversos
expertos. A pesar de que un historiador local de Alcoy puso nombre al
miliciano, Federico Borrell García, miliciano anarquista, el documental La
sombra del iceberg (2007) niega tal atribución con testigos, médicos forenses y
documentos del archivo local de Alcoy. Asimismo, muestra lo inconsistente de
dicha tesis y aporta nuevas fotos de la secuencia del miliciano que avalan la
tesis de la puesta en escena, así como la posibilidad de que la instantánea no
la tomara Capa sino su mujer. En enero de 2008 se encontró, según la CNN, una
valija perdida por Capa donde están innumerables negativos de tomas que efectuó
en la Guerra Civil Española; un tesoro de incalculable valor histórico. Según
un artículo publicado en la web de El Periódico,[2] queda de manifiesto que
dicho set de fotografías fueron tomadas a 10 kilómetros del frente, en la
localidad de Espejo, donde tenían en esas fechas las tropas republicanas su
cuartel general de acuerdo al periódico.
Durante la retirada del ejército republicano en la batalla
de Brunete, en julio de 1937 Gerda Taro muere al frenar el coche en cuyo
estribo viajaba, caer y ser arrollada por el tanque que el conductor intentó
evitar. En este tiempo, Capa cubrió también diferentes episodios de la invasión
japonesa de China, ya en los prolegómenos de la II Guerra Mundial.
Segunda Guerra Mundial
Durante la II Guerra Mundial, está presente en los
principales escenarios bélicos de Europa, así desde 1941 a 1945 viaja por
Italia, Londres y Norte de África. Del desembarco aliado en Normandía, el 6 de
junio de 1944, el famoso día D, son clásicas sus fotografías tomadas, junto a
los soldados que desembarcaban en la propia playa denominada Omaha en la
terminología de la operación. Plasmó asimismo en imágenes la liberación de
París. Huston Hu Riley fue el fotógrafo que retrató ese momento.[3] Con motivo
de su trabajo durante este conflicto, fue galardonado por el general Eisenhower
con la Medalla de la Libertad.
Posguerra
En 1947 creó, junto con los fotógrafos Henri
Cartier-Bresson, Rodger, Vandiver y David Seymour, la agencia Magnum Photos,
donde Capa realizó un gran trabajo fotográfico, no solo en escenarios de guerra
sino también en el mundo artístico, en el que tenía grandes amistades, entre
las que se incluían Pablo Picasso, Ernest Hemingway y John Steinbeck.
En 1954, encontrándose en Japón visitando a unos amigos de
antes de la guerra, fue llamado por la revista Life para reemplazar a otro
fotógrafo en Vietnam, durante la Primera Guerra de Indochina. En la madrugada
del 25 de mayo, mientras acompañaba a una expedición del ejército francés por
una espesa zona boscosa, pisó inadvertidamente una mina y murió, siendo el
primer corresponsal americano muerto en esta guerra y terminando así una
azarosa vida profesional, guiada por una frase que popularizó: Si tus fotos no son lo suficientemente
buenas es que no te has acercado lo suficiente.