viernes, 29 de noviembre de 2013

Fábula del comerciante

Había una vez un ciudadano que vivía al lado de una carretera donde vendía unas ricas albóndigas con pan. Estaba muy ocupado y por lo tanto no oía la radio, no leía los periódicos, ni veía la televisión.

Alquiló un trozo de terreno, colocó una gran valla y anunció su mercancía gritando a todo pulmón: “Compren deliciosas albóndigas calientes”. Y la gente se las compraba.

Aumentó la adquisición de pan y carne. Compró un terreno más grande para poder ocuparse mejor de su negocio. Y trabajó tanto que dispuso que su hijo dejara la Universidad donde estudiaba Ciencias Comerciales a fin de que le ayudara.

Sin embargo, ocurrió algo importante. Su hijo le dijo:

-”Padre, ¿pero no escuchas la radio, ni lees los periódicos? Estamos sufriendo una grave crísis. La situación es realmente mala; peor no podría estar”.

El padre pensó: “Mi hijo estudia en la Universidad, lee la prensa, ve la televisión y escucha la radio. Sabe entonces lo que dice”.

Compró pues menos pan y menos carne. Sacó la valla anunciadora, dejó el alquiler del terreno a fin de eliminar los gastos y ya no anunció sus ricas albóndigas con pan. Y las ventas fueron disminuyendo cada día más.

Después de un tiempo, el negocio estaba realmente afectado

-”Tenías razón hijo mío”, le dijo al muchacho. “Verdaderamente estamos sufriendo una gran crisis”.

Moraleja:
Si nos programamos para fracasar, fracasaremos. Si nos mentalizamos para ganar, ganaremos. Es una simple elección personal. En estos tiempos distintos, asumamos que hay muchas oportunidades esperando por nosotros


domingo, 24 de noviembre de 2013

Frío

Los años pasan y sigues igual, un poco más viejo, pero no más sabio. Igual de perdido como un viejo barco oxidado varado entre unas rocas demasiado grandes sin saber muy bien como seguir adelante. Tienes frío, buscas la pequeña luz de algún faro que te diga algo sin embargo lo único que sientes es ese frío intenso que te acompaña desde un principio y al que te has terminado por acostumbrar y que al final terminas por extrañar cuando estas entre la multitud

miércoles, 20 de noviembre de 2013

20 de Noviembre de 2013

Hoy es 20 de Noviembre de 2013 hoy la ley Wert pasa el trámite burocrático para seguir jodiendo a los jóvenes españoles. Generación tras generación  los jóvenes estudiantes se han tenido que conformar con ser víctimas de una casta política PPSOE heredera de un dictador que casualmente murió este día.  Sin embargo la aprobación de la ley Wert resucita el nacionalcatolicismo más arcaico de este país que fundada para españolizar  y aborregar a los jóvenes significa otro retroceso democrático aunque no es el único, ayer dieron otro paso con la nueva ley de seguridad ciudadana fundada para arraigar en la sociedad que los poderes que emanan del pueblo son uso exclusivo para esa casta política chupóptera que ha arruinado el país y que precisamente ellos se vayan de rositas sin ir a la cárcel.  En definitiva una día para recordar el daño que nos han hecho a los españoles con ese invento que fue la transición. Como diría Paulo Freire  "Lucho por una educación que nos enseñe a pensar y no por una educación que nos enseñe a obedecer".

martes, 12 de noviembre de 2013

Llegar a casa - Ismael Serrano

Bandera blanca,
primavera,
la cortina mecida por el viento,
el perro que no tenemos suspirando a tus pies,
llegar a casa como quien entra en la cascada:
pátinas de rocío sobre los hombros.

Cuelgas zafiros en la noche
y suena el camión de la basura lejano
como elefantes barritando
despidiendo al invierno y sus tormentas.
Duerme la ciudad,
cantas una nana que acalla
los martillos percutores, las bocinas,
el alarido de una ciudad desgarrada
por la ausencia de muchachas
que sonríen en blanco y negro
en las puertas de todos los aeropuertos.

La cortina blanca sigue con su baile,
luz de mesilla, sobre tu regazo un libro abierto:
“háblame del sur y de sus fantasmas,
del muro de escarcha en que tallas mi nombre
cada solsticio sin luna”.
Ponen tu serie favorita,
noche de dondiegos y sofá,
y detengo todos los relojes de la casa,
le saco las agujas,
coso con ellas una manta
para cubrir tus pies cada mañana.

Llegar a casa,
desertor de batallas sin cúpidos ni auroras
-sólo amor será el motivo-,
llegar a casa y encontrarte
vistiendo de blanco las cortinas,
reuniendo espigas para un nido,
apartando piedras de legumbres,
recitando a Chejov como quien reza,
recordando que hoy es primavera.