martes, 28 de mayo de 2013

El valor

-“Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa, que no tengo fueras para hacer nada. Todos me dicen que soy una calamidad, que no sirvo para nada, que no hago nada bien, que soy bastante tonto… ¿Cómo puedo mejorar?…¿Qué puedo hacer para que me valoren más?”
 El maestro, sin mirarle le dijo:
 - “!Cuánto lo siento, pequeño saltamontes. No puedo ayudarte, porque debo resolver primero mi propio problema. Si quisieras ayudarme tú a mí, podría resolver el tema con más rapidez y luego, tal vez te pudiera ayudar.”.
 - “Encantado”– titubeó el muchacho, aunque una vez más sintió que volvía a ser desvalorizado y vio sus necesidades otra vez postergadas.
 - “Bien”, asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo meñique izquierdo y dándoselo al chico, agregó:
 - “Toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debes vender este anillo y trata de obtener por él la mayor suma posible, pero nunca aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas”
 El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con cierto interés, hasta que decía el precio que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, unos se reían, otros daban media vuelta hasta que un viejito le explicó que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio del anillo.
 Después de ofrecer la joya a más de cien personas y abatido por su fracaso, montó en el caballo y regresó. Entró en la habitación y dijo:
 - Maestro lo siento… no pude conseguir lo que me pediste. Tal vez podría conseguir dos o tres monedas de plata, aunque no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo”.
 - “!Qué importante lo que dijiste, pequeño saltamontes”- contestó sonriente el maestro. “Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo?. Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto daría por él. A pesar de todo lo que te ofrezca, nunca se lo vendas. Regresa aquí de nuevo con el anillo”.
 El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo. Lo miró con lupa, lo pesó y luego le dijo:
 - “Dile al maestro, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro”.
 - ¿58 monedas??? Exclamó el joven.
 - “Sí”- replicó el joyero- Sé que con el tiempo, podríamos obtener hasta 70, pero nunca si la venta es urgente.
 El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.
 - “Siéntate- dijo el maestro después de escucharlo. Tú eres como este anillo: una joya valiosa y única y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida, pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?.
 Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo meñique de su mano izquierda.

Moraleja:
A veces, evaluamos a la ligera tanto a las personas como a las cosas. A veces lo hacemos sin conocimiento de causa, creyendo conocer todo. A veces esperamos un regalo envuelto de una manera especial y al no recibirlo de esa forma, lo rechazamos mirando sólo el envoltorio y no vemos el valor del contenido. A veces, sólo a veces, respondemos con habilidad


lunes, 27 de mayo de 2013

Los 10 Magníficos: Jim Jarmusch

Recupero esta sección que por motivos técnicos tuve que abandonar en Marzo, a partir de ahora sigo con ella y espero que disfrutéis de los 10 Magníficos del cine.


martes, 21 de mayo de 2013

Sed de ti - Pablo Neruda


Sed de ti me acosa en las noches hambrientas.
Trémula mano roja que hasta su vida se alza.
Ebria de sed, loca sed, sed de selva en sequía.
Sed de metal ardiendo, sed de raíces ávidas......

Por eso eres la sed y lo que ha de saciarla.
Cómo poder no amarte si he de amarte por eso.
Si ésa es la amarra cómo poder cortarla, cómo.
Cómo si hasta mis huesos tienen sed de tus huesos.
Sed de ti, guirnalda atroz y dulce.
Sed de ti que en las noches me muerde como un perro.
Los ojos tienen sed, para qué están tus ojos.

La boca tiene sed, para qué están tus besos.
El alma está incendiada de estas brasas que te aman.
El cuerpo incendio vivo que ha de quemar tu cuerpo.
De sed. Sed infinita. Sed que busca tu sed.
Y en ella se aniquila como el agua en el fuego.

sábado, 18 de mayo de 2013

La mala educación

No, esta no es la crítica de la película de Pedro Almodóvar, esto es una crítica sobre la ley de educación aprobada este viernes en el consejo de ministros.
Desde hace años y años cada gobierno que ha llegado al poder ha impuesto una ley educativa que ha facilitado el fracaso escolar en este país fruto de la pelea del PPSOE que en vez de poner la educación por encima de sus rivalidades ha fomentado leyes sin consensos y ha fomentado el fracaso escolar  algo que la    LOMCE no cambia ya que se ha  apoyado únicamente en el PP y en la conferencia episcopal.

En resumidas cuentas esta nueva ley de educación, además de subvencionar el crucifijo y la segregación de sexos nos devuelve a una época pasada donde un señor bajito  tuvo cuarenta años a España metida en el analfabetismo y la ignorancia, quizá simplemente se trate solo de eso, volver a esos tiempos donde solo las personas ricas se puedan pagar una educación digna y puedan conocer  que era eso de la Revolución Francesa o la Revolución Industrial y por supuesto que sean apostólicos y romanos. En definitiva convertir a la mayoría de las nuevas generaciones en esa España analfabeta e ignorante de los tiempos de la dictadura.
La única contenta como dije anteriormente con esta reforma de la ley de educación es la conferencia episcopal que con la vuelta de la religión como asignatura casi obligatoria refleja lo desesperada que esta por captar y adoctrinar en vez de dedicarse a la gente necesitada además hace un flaco favor a la Iglesia eliminando la asignatura de educación para la ciudadanía que desaparece ,tener que explicar que es eso del matrimonio homosexual, aborto o derechos fundamentales no es muy católico. Ya lo decía Maximilien Robespierre; "El secreto de la libertad radica en educar a las personas, mientras que el secreto de la tiranía está en mantenerlos ignorantes".

 



martes, 14 de mayo de 2013

La Ranita Sorda

 Un grupo de ranas viajaba por el bosque, cuando de repente dos de ellas cayeron en un pozo profundo. Las demás se reunieron alrededor del agujero y, cuando vieron lo hondo que era, le dijeron a las caídas que, para efectos prácticos, debían darse por muertas. Sin embargo, ellas seguían tratando de salir del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras les decían que esos esfuerzos serían inútiles. Finalmente, una de las ranas atendió a lo que las demás decían, se dio por vencida y murió. La otra continuó saltando con tanto esfuerzo como le era posible. La multitud le gritaba que era inútil pero la rana seguía saltando, cada vez con más fuerza, hasta que finalmente salió del hoyo.

Las otras le preguntaron: “¿No escuchabas lo que te decíamos?” La ranita les explicó que era sorda, y creía que las demás la estaban animando desde el borde a esforzarse más y más para salir del hueco.

Tengamos cuidado con lo que decimos, pero sobre todo con lo que escuchamos.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Hagamos un trato - Mario Benedetti

Compañera
usted sabe
puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo

si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo

si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo

pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted

es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.

jueves, 2 de mayo de 2013

Diálogos de películas

"... No obstante, volví a verla. Volví a ver a Annie. Fue en la parte alta del Oeste de Manhattan. Había vuelto a Nueva York. Vivía en el Soho con un chico y cuando la vi, lo estaba arrastrando a ver el documental "La Pena y la Piedad", así que lo tome como un triunfo personal. Annie y yo almorzamos juntos poco después, y hablamos de los viejos tiempos.

Después se nos hizo tarde, los dos nos teníamos que marchar, pero fue magnífico volver a ver a Annie. Me di cuenta de lo maravillosa que era y de lo divertido que era tratarla, y recordé aquel viejo chiste, aquel del tipo que va al psiquiatra y le dice:"Doctor, mi hermano está loco, cree que es una gallina”. El doctor contesta: "Lo ha llevado a un médico?" y el tipo le dice."Lo haría, pero necesito los huevos". Pues eso, más o menos es lo que pienso sobre las relaciones humanas, ¿saben? Son totalmente irracionales y locas, y absurdas, pero... supongo que continuamos manteniéndolas porque, la mayoría, “necesitamos los huevos".
Annie Hall / Woody Allen