Hay que ser realistas, el bipartidismo no ha muerto el 20D. Estos todavía cosechan grandes resultados en muchas zonas de la geografía española aunque estén en sus horas bajas. Tanto PP como PSOE siguen gobernando en la mayoría de municipios, diputaciones y comunidades autónomas conformando una red vertebradora que se ha erosionado en las elecciones municipales gracias a la generosidad de todas las organizaciones políticas y la participación ciudadana pero en estas elecciones generales no ha sucedido lo mismo.
Ante la posibilidad de una legislatura que continué con las políticas de recortes impuestas por la troika o un posible adelanto electoral hay que trabajar más que nunca por la unidad popular, dejándonos de pelear por cuestiones tan artificiales como las cuotas de poder, los personalismos, los egos o las siglas que no benefician a los ciudadanos y ciudadanas.
Por otro lado el éxito de las candidaturas alternativas en comunidades autónomas como Galicia o en Cataluña invitan al optimismo, estas han conseguido un respaldo muy amplio por la ciudadanía y quizá deberían tenerse muy en cuenta como versiones de prueba para construir un proyecto político-social estatal que ponga las instituciones al servicio de la gente.
