Y vivía en los cuentos de peter pan,
Donde los chicos rescataban princesas
y no se metían gramos de coca,
Donde las palabras salían de nuestras bocas,
Donde tú y yo éramos
uno,
No, ni dos, ni tres, ni cuatro,
Y termine como termina todo siempre,
Despidiéndonos con un mal disimulo,
Con una copa de ron en mi mano,
Con una sonrisa en nuestros labios.
Con unos pequeños versos escritos en mis manos.
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